Los peajes son la evolución del tributo llamado portazgo, el cual debían pagar en la antigüedad quienes quisieran cruzar una puerta o sobrepasar un límite territorial.
En nuestro entorno ocurre que, en el año de 1996, la asamblea departamental de Caldas dictó la ordenanza 203 por medio de la cual autorizó el cobro de peajes en algunas vías del departamento. Es así como en 2006 se instauró una caseta de peajes en la quiebra de Vélez, cuyo propósito fundamental es recaudar dineros para el mantenimiento de las vías Manizales – tres puertas, la quiebra de Vélez – Lisboa, y la vía malpaso – el chuzo – la playa- san Peregrino.
Dicho peaje recauda actualmente rentre 2.700 y 3.000 millones anuales, lo que ha significado recaudos totales desde 2006 del orden de 24.500 millones que traídos a valor actual o presente equivalen a unos 40.000 millones de pesos, repito CUARENTA MIL MILLONES DE PESOS, los cuales han sido pagados fundamentalmente por campesinos, finqueros, estudiantes, profesores, volqueteros, conductores de jeep, y digamos que, en ocasiones, por “otros” usuarios de la vía, que prefieren el paisaje cafetero de montaña, por sobre los planes ganaderos que se avistan en la vía panamericana.
La razón de ser de los peajes es la consecución de recursos para construcción y mantenimiento de vías públicas, así de sencillo, no son entonces una renta adicional que pueda o deba destinarse a otros menesteres, pues desnaturalizarían el pago por “ese servicio”.
Así las cosas, no se entiende, de verdad que no, que el peaje de la quiebra se haya convertido en una oficina de recaudos, donde el retorno está oculto, invisible si se quiere. Basta con pegarse una pasada por la vía Manizales – tres puertas para advertir lo huecos en la vía, fallas sin atender, transversales ausentes, falta de cunetas, exceso de aguas que corren por la mitad de la vía, negativos que se han llevado parte de la banca, sin que a la fecha hayan recibido atención, y estamos hablando de sectores que llevan varios años esperando.
Lo de la vía principal es triste, pero lo de la vía la quiebra – Lisboa, es punto aparte. Una vergüenza, una vulgaridad. Si bien los primeros kilómetros están asfaltados, entre la quiebra y san Gabriel, no es menos cierto que ya están en mal estado, especialmente más abajo del colibrí, y en la zona de llegada a san Gabriel. Como dijera Santos Discépolo “¡Qué falta de respeto!
¡Qué atropello a la razón!
Los habitantes de Lisboa, Fonditos, Mina rica, La garrucha, Tarro liso, Cascarero, San Gabriel, La zeta, El guineo, La isla, tienen toda la razón y todos los argumentos para sentirse indignados, encrespados y rabiosos, pues llevan casi 16 años pagando, sin recibir la “mercancía”; llevan casi 16 años cumpliendo, sin recibir retorno; llevan casi 16 años sosteniendo otras vías, porque la suya no recibe mantenimientos.
Ni que decir del estado de la vía Malpaso – La playa, San peregrino, más conocida como vía al chuzo, la cual no puede estar peor.
La caseta del peaje ubicada en la quiebra de Vélez fue vandalizada la noche del sábado 1 de mayo, en medio de las protestas generalizadas que vivió el país por esos días y desde entonces, no hay cobro del peaje.
La gobernación de Caldas como responsable de las vías en cuestión, y como entidad recaudadora, ha venido buscando acercamientos con las comunidades para poner en servicio nuevamente ese peaje.
Varias cosas han hecho compleja la situación, de un lado porque desde la propia gobernación reclaman la necesidad del peaje, toda vez que, según ellos, con estos ingresos mantienen varias vías del departamento, lo cual es interesante, pues terminó siendo la manera más torpe de decirle a los habitantes de los corregimientos el remanso y la cristalina, que la plata de ellos alcanza para otras vías, pero no alcanza para la vía de ellos. También resulta complejo porque encuentran unas comunidades cansadas de varios años de incumplimientos, que ahora ya no tienen confianza ni creen en promesas de obras que llevan mucho tiempo pidiendo y esperando.
El mayor problema para la gobernación es que no pueden amenazar diciendo que si no hay peaje no hay reparaciones, pues según sentencia proferida en proceso con radicado 00422 del juzgado quinto administrativo se dispuso, ORDENAR AL DEPARTAMENTO DE CALDAS que dentro del término de 3 meses hiciera unos estudios técnicos que definieran el tipo de intervenciones en la vía. A su vez dispuso que, con esos estudios técnicos terminados, en un plazo MÁXIMO de 6 meses se hicieran las obras. Así las cosas, con peaje o sin peaje, las obras deberían estar terminadas en su totalidad en junio del 2019. La sentencia sigue esperando ser cumplida.
El problema no es el pago del peaje, el problema es que la plata no se ve representada en obras, la gente no encuentra respuestas al pago realizado, la gente no entiende que ellos paguen para reparar las vías de los que no pagan.