Nada más incierto que la política

El pasado 20 de julio se reiniciaron las labores en el Congreso de la República, cada año en esta fecha se da inicio a un nuevo periodo legislativo, lo que trae consigo la elección de una nueva mesa directiva, conformada por el Presidente, Primera Vicepresidencia y Segunda Vicepresidencia, quienes son los encargados de definir las agendas, proyectos, y controles políticos.

En dicha elección se define también quienes serán los secretarios generales y los directores administrativos de cada corporación.

Es importante aclarar, que normalmente las presidencias, tanto de Cámara como de Senado, le corresponde a los congresistas más votados y/o más reconocidos de cada partido de gobierno, o que haga parte de la coalición mayoritaria, mientras las vicepresidencias a la oposición y a las minorías. 

Cuando inicia un nuevo Congreso, se hacen acuerdos políticos para definir a qué partidos les va a tocar cada año ocupar esa importante dignidad. Esos acuerdos se celebran por delegados de los partidos conocidos como «compromisarios», los que acuerdan como será la conformación de las mesas directivas de la plenaria y de las comisiones.

Hace dos años, el primer año le correspondía al partido Liberal, el segundo año al Pacto Histórico, el tercer año al partido Verde y el cuarto año a un congresista de Cambio Radical, quien llega en representación de otros partidos. No obstante, el acuerdo celebrado dispuso que en el primer periodo legislativo le perteneciera al Pacto Histórico, para que un miembro de esa bancada, David Racero, posesionara al Presidente de la República, era un acto de cortesía para el primer mandatario; así las cosas, el segundo año sería para el partido Liberal, en cabeza de Andrés Calle, y el tercer año que justo inició el pasado sábado, le pertenecería al partido Verde, en cabeza de Katherine Miranda y para cerrar, el cuarto año será para Cambio Radical.  

120 mil votos sacó la hoy representante a la cámara por el partido Verde, Katherine Miranda, lo cual la hizo la más votada de su partido y sin lugar a dudas un referente de esa agrupación, pero como la política es tan incierta, el acuerdo celebrado no se cumplió en este caso, pues no ganó el representante más votado de su partido, muy a pesar de que la dignidad de la presidencia si quedó en la curul del partido Verde.  

En política las cosas no son como empiezan, son como terminan, justamente porque NADA ES MÁS INCIERTO QUE LA POLÍTICA.