La situación actual de la mayoría de los cuerpos de bomberos, oficiales y voluntarios del país es sumamente delicada toda vez que hoy enfrentan unas condiciones legales adversas, pues hasta hace algunos años, los “carros de bomberos” no se matriculaban, bastaba con una placa decorativa en la cual estaba inscrito el número de la maquina y los logos de la institución, lo que permitía entender que no había restricción para que transitaran por las vías públicas, y más tratándose de vehículos utilizados para salvar vidas, apagar incendios, atender tragedias, rescatar heridos, etc.
El art. 34 del código nacional de tránsito (Ley 769 de 2002) dispone que “En ningún caso podrá circular un vehículo automotor sin portar la licencia de tránsito correspondiente”, la anterior disposición obliga a todos los propietarios, pues la norma no especifica excepción para ningún vehículo, lo que ha generado una dificultad inmensa para los organismos de socorro del país.
Ahora bien, el artículo 37 de la misma ley establece: “De ninguna manera se podrá hacer un registro inicial de un vehículo usado, excepto cuando se trate de vehículos de bomberos, siempre que estos sean donados a Cuerpos de Bomberos Oficiales o Voluntarios, por entidades extranjeras públicas o privadas y que no tengan una vida de servicio superior a veinte (20) años”.
Según lo anterior solo se pueden matricular vehículos de bomberos usados con modelo posterior al año 2001 y que hayan sido donados por entidades extranjeras, de lo contrario no podrán ser matriculados y por lo tanto, no pueden circular.
El problema surgió cuando los vehículos de rescate se envejecieron sin matricula, sin SOAT, sin revisión técnico-mecánica, pero aun así seguían y siguen prestando servicios, pasándose la ley por la faja.
La mayoría de los municipios del país no tiene bomberos oficiales, tienen convenio con bomberos voluntarios. Para ser más exactos habrá que decir que en Colombia se tienen 831 cuerpos de bomberos, de estos 761 son voluntarios, 44 son aeronáuticos o de aeropuertos y 26 son oficiales.
Los vehículos de los cuerpos de bomberos voluntarios no son los más modernos, muy por el contrario, en su mayoría son vehículos con más 50 y 60 años de vida útil, que por lo general no están matriculados y que por tanto no pueden salir a las calles, ni si quiera para un desfile, salvo que sean declarados autos clásicos, en cuyo caso sirven para desfilar, pero no para atender emergencias.
Es así pues como los vehículos de bomberos están condenados a la desintegración, sirviendo para estorbar, o tal vez, se tienen para cumplir requerimientos de la procuraduría e incluso de la contraloría, pero se tienen también con la esperanza de no tener que sacarlas en medio de la tragedia, y en el caso extremo de tener que sacarlas, se ruega que no se atraviese un peatón, que no aparezca otro conductor despistado, un policía de tránsito, o un funcionario de la procuraduría.
Hay municipios en Caldas en los que los bomberos voluntarios solo tienen una máquina extintora de incendios, modelo 60 o 70, que no está matriculada, que no tiene revisión, que no tiene SOAT y que además no está asegurada contra todo riesgo, precisamente porque no tiene matricula y por tanto no tiene placas.
En el caso del cuerpo voluntario de bomberos de Manizales no están matriculadas las móviles 1 (mod. 87) y 2 (mod. 80) y del cuerpo oficial de bomberos, no lo están las móviles 5 (mod. 79), 6 (mod 79), 9 (mod. 87),10 (mod. 87) y 15 (mod. 84).
Evidencia de ello es lo sucedido en la ciudad el pasado 18 de agosto cuando ante las condiciones impuestas a las máquinas de bomberos, fue necesario pedir apoyo a Villamaría, para atender un incendio en el barrio Galán.
Hace algunos días el ministerio del transporte, mediante documento MT 20214070153521 respondió derecho de petición al secretario de movilidad de Manizales y en dicho documento le dejó establecido que los vehículos citados en párrafo anterior “no cumplen con los requisitos exigidos para el registro inicial de vehículos usados”. En otras palabras, esos vehículos ya pasaron a mejor vida, sin que hayan sido reemplazados.
Pero de otro lado está la Aeronáutica civil quien de las 63 máquinas de su propiedad utilizadas en los aeropuertos del país por los bomberos aeronáuticos, solo 13 están matriculadas y 50 CINCUENTA no están matriculadas y no hay manera legal de hacerlo, pues no son fruto de una donación sino de adquisición onerosa y tienen más de 20 años. Tanto es así que el Dr. PABLO AUGUSTO ALFONSO CARILLO, jefe de la oficina asesora jurídica del Ministerio, en respuesta a un derecho de petición dijo que hoy no hay como matricularlas y además recomendó que para encontrar una solución demandaran ante la jurisdicción contenciosa.
La diferencia entre la aeronáutica y los bomberos voluntarios es que mientras la aeronáutica tiene los recursos para cambiar ya mismo sus 50 máquinas, los bomberos voluntarios tienen que hacer rifas para conseguir gasolina y llantas.
Si en este momento se aplicara la ley a “rajatabla”, el país se quedaría con mucho menos de la mitad de los carros en servicio, pues el resto estaría listo para ingresar a museos, procesos de desintegración o adorno de estaciones.
¿Qué van a hacer los alcaldes? Si dejan circular los vehículos cometen una falta, si no los dejan circular se puede agravar la tragedia que con ellos podrían controlar.
El gobierno hace las leyes, pero no brinda las soluciones, hay que hacer algo, aunque sea PRENDER LAS ALARMAS.