Para nadie es un secreto que la aprobación del actual Presidente Gustavo Petro, no pasa por su mejor momento, pues todo indica que es un hombre que en algunos temas puede tener buenas ideas, las que su equipo no ha logrado interpretar de la manera adecuada y por ello han resultado en pésimas ejecuciones e implementaciones.
Estamos de acuerdo con que el país necesita enfrentarse a una transición energética, un sistema que debe de ir evolucionando por el bien del país, de los ciudadanos, de la naturaleza, de los animales, pero también es cierto que es un proceso que más que resultados inmediatos necesita una transformación que no genere caos e incertidumbre y que muy por el contrario de la tranquilidad y la seguridad a los ciudadanos de que todo se está haciendo bien y en los tiempos establecidos.
Resulta bastante difícil para el gobierno y para los administrados, enfrentar cada día titulares en los noticieros más importantes del país donde informan que Colombia tendrá una escasez de gas durante los años 2025 y 2026, con incertidumbre para los años siguientes.
Muchos funcionarios del gobierno aseguran que tendremos la necesidad inminente de importar gas, de hecho se ha hablado de Venezuela y Estados Unidos como países de origen, al tiempo que otros funcionarios, casi que con los mismos argumentos, pero con diferente fuente de investigación, aseguran que el país no necesita importar, que estamos sobrados, que tenemos excedentes, que las reservas dan confianza, etc.
Importante aclarar que cuando hablamos de fuentes, nos referimos a unas muy cercanas al Gobierno e incluso al gobierno mismo, tal es el caso del ministro de Minas y Energía que asegura en diferentes espacios que el país cuenta con las reservas suficientes para abastecer la demanda esencial de los colombianos, traducida como el gas natural para el hogar, gas para el comercio, gas para la industria, gas para el transporte; mismo funcionario que además ha sido enfático en advertir que independientemente del origen del gas, no habrá un aumento en las facturas que actualmente pagan los colombianos. Hasta aquí todo parece dar tranquilidad.
El caos realmente se genera cuando el Gerente de Ecopetrol, adscrito al Ministerio de Minas y Energía, sale igualmente a medios de comunicación a decir que Colombia si tendrá que importar gas para poder abastecer a los colombianos, lo cual según sus explicaciones tendrá repercusión en los bolsillos de los ciudadanos, por el mayor valor del gas importado.
La incertidumbre genera desconfianza, porque ahora resulta que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, y mientras el Ministro durante el control político al que fue citado en la Comisión Quinta de la Cámara dijo que no era cierto que el país debía importar gas, salvo el que tradicionalmente se importa para las térmicas que generan energía. El gerente de Ecopetrol ya nos dio la tranquilidad que no faltará gas porque se importará, con precios más altos, pero se tendrá. ¿Quién miente?, ¿quién dice la verdad?.
Al final lo único que se le pide hoy al Gobierno es que se sincere con el país, aquí el problema no debería de girar en torno a si se importa o no gas para Colombia, lo importante es que aseguren el suministro de este, pero sin tocar el bolsillo de los colombianos que bastante golpeado se ha visto ya.
El último informe publicado por la ANH indica que las reservas de gas natural se acabarían en 6,1 años, si no se tienen nuevos descubrimientos y el consumo de hidrocarburos se mantiene al mismo ritmo, lo cual está descartado, pues mientras la oferta baja, la demanda va en aumento.
Otra incertidumbre que se suma a este caos, es la generada por el presidente de la ANH, Orlando Velandia, quien también asegura que los recursos contingentes de gas aumentaron 29% frente al 2022, (recursos que podrían ser explorados y posteriores explotados) pero hacen falta las evaluaciones económicas para que se puedan incorporar a las reservas. Lo que quiere decir que hay, pero no hay.
Los más optimistas hablan de aumentos en la factura de gas del 150% y de energía generada en térmicas, de entre un 15 y un 30%.
Que el ministro de Minas y Energía, el gerente de Ecopetrol, el director de la ANH, hablen y se pongan de acuerdo, es más que necesario, no podemos mantener esta incertidumbre.