En medio de una serie de polémicas se llevó a cabo la elección del Director Nacional del Partido Liberal. Controversias que, en realidad, tienen una sola causa: la intención de algunos liberales, bien en condición de militantes y/o ex militantes que quisieron regresar con el propósito de asegurar el respaldo, apoyo y lealtad del Partido Liberal al partido de gobierno conocido como el petrismo.
Afortunadamente, este objetivo no se logró. Todos teníamos clara nuestra misión: o manteníamos nuestra independencia y opción de poder, o nos arrodillaban ante el partido de Gobierno y su cruzada por mantener el poder.
Los colombianos están descontentos con la administración actual, así se evidencia en las encuestas que de manera recurrente se realizan en el país. Entonces, ¿por qué debería ser el Partido Liberal quien se apresure a sumarse a la peligrosa idea de continuar en un camino de izquierda que prometió un cambio, pero que hasta ahora no ha cumplido las promesas que los llevaron al poder?.
Es fácil criticar desde afuera, juzgando a través de fotos y videos, sin conocer realmente la situación interna de un partido que lucha cada día por mantener su independencia y por defender la visión de un país que merece mejores oportunidades. Y seremos nosotros, los liberales, encabezados por César Gaviria, quienes con la frente en alto lideraremos una alianza interpartidista en la que no gane un solo partido, sino el país que pide a gritos un cambio en el modelo de Gobierno.
No se trata de ponernos al servicio de la derecha o la centro derecha, no señores. Se trata de mantener la independencia y la serenidad para acompañar la mejor propuesta representada en el mejor candidato, asunto que en cabeza de un exministro del actual gobierno, estaba completamente descartada.
A muchos, incluso a algunos que se dicen liberales, parece habérseles olvidado el significado de nuestra bandera roja: una bandera que representa autonomía, justicia social y desarrollo para Colombia.
Si uno de los principios del Partido Liberal es promover y apoyar el desarrollo empresarial, ¿por qué habríamos de someternos al sostenimiento del modelo de Gobierno que ha mantenido ásperas disputas con el sector productivo?.
El Gobierno tiene un año para demostrar que merecen el respaldo y el apoyo. La oposición tiene el mismo plazo para demostrar por qué razón los liberales debemos alinearnos con propuestas frescas y diferentes.
Lo mejor de todo esto, es que el partido liberal tiene igualmente un año para escoger entre la continuidad y el cambio. Plazo que estaría vencido si el director hubiera sido otro, pues en ese caso ya sabríamos donde estábamos, pues más allá de las razones y los argumentos estarían primando los intereses y las gratitudes.
Somos Liberales, y eso nos hace libres para elegir, escoger y decidir. Por eso somos LIBERALES.